miércoles, 28 de septiembre de 2011

1

Dichoso el hombre que confía en el Señor







Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos.

Es como un árbol plantado junto al río que da fruto a su tiempo y nunca se marchita. En todo tendrá éxito.

En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo.

martes, 27 de septiembre de 2011

2

Dichosos los que esperan en el Señor. Aleluya






¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen planes torpes? Se sublevan los reyes de la tierra y los príncipes se alían contra el Señor y contra su Mesías, diciendo: “Rompamos sus cadenas, sacudamos sus ataduras”

El que vive en el cielo sonríe; desde lo alto, el Señor se ríe de ello. Después habla con ira y los espanta con su cólera: “Yo mismo lo he constituido como rey en Sión. Mi monte santo”

Anunciaré el decreto del Señor. He aquí lo que me dijo: “Hijo míoeres tú, yo te he engendrado hoy. Te daré en herencia las naciones y como propiedad toda la tierra. Podrás gobernarlas con cetro de hierro, despedazarlas como jarros.

lunes, 26 de septiembre de 2011

8

¡Qué admirable, Señor, es tu poder!





Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas, que has creado, me pregunto ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, ese pobre ser humano, que de él te preocupes?

Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo lo sometiste bajo sus pies.

Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes, las aves del cielo y los peces del mar, que recorren los caminos de las aguas.

jueves, 22 de septiembre de 2011

14

¿Quién será grato a tus ojos, Señor?











El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero en sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia.

Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo.

Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes, ése será agradable a los ojos de Dios eternamente.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

15

El Señor es nuestro Dios.







Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos.

Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezaré.

Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte, ni dejarás que sufra yo la corrupción.

Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti.

18

Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna







La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y y hacen sabio al sencillo.

En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino.

La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.

Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación.

20

De tu poder, Señor, se alegra el rey.






De tu poder, Señor, se alegra el rey, se alegra con el triunfo que le has dado. Le otorgaste lo que él tanto anhelaba, no rechazaste el ruego de sus labios.

Lo colmaste, Señor, de bendiciones, con oro has coronado su cabeza.La vida te pidió, tú se la diste, una vida por siglos duradera.

Tu victoria, Señor, le ha dado fama, lo has cubierto de gloria y de grandeza. Sin cesar le concedes tus favores y lo colmas de gozo en tu presencia.