domingo, 11 de septiembre de 2011

130

Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor







Señor, mi corazón no es engreído, ni mis ojos altaneros; no persigo grandezas ni prodigios que me superan.

Calmo y silencio mi anhelo como un niño junto a su madre, como un niño junto al Señor. ¡Espere Israel en el Señor, ahora y por siempre!

No hay comentarios:

Publicar un comentario